IES Alfonso XI

IES Alfonso XI Alcalá la Real (Jaén)

martes, 2 de junio de 2015

Microrrelatos MAYO



MICRORRELATOS DE MAYO 2015.

FRASE ESCOGIDA:”…Sin pensárselo dos veces…”. Relato El tesoro soñado,  de  “Las mil y una noches”

GANADORES:
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1ª Categoría: Cristina Toro Jiménez (2ºA Eso)

Estaban cansados y hambrientos, ya quedaba poco. Estaban a punto de llegar al palacio cuando llegaron a la entrada de un espeso bosque. No sabían qué hacer. Podían elegir entre adentrarse en el bosque, por donde tardarían una hora u optar por un sendero de campo por el que tardarían el doble. Sin pensárselo dos veces Lucas se adentró en el sombrío bosque sin saber lo que le estaba esperando…

2ª Categoría: Emilio Cano Padilla  (1ººBach-E)

El seis de junio de 1944 las costas de Normandía tristemente lucían un vestido rojo intenso. Cientos de miles de hombres yacían en las playas, heridos, mutilados, aterrorizados…El paisaje era similar a estar en el infierno, entre alambradas y trincheras. Allí se encontraba George, de 29 años, con dos hijos y casado. Se encontraba rezagado tras un tanque Catalina.
Con la esperanza perdida y la moral destrozada, escuchaba los gritos de los que caían. Sollozando veía cómo la metralla se hundía en la piel. Sin pensárselo dos veces recargó el fusil lanzándose al abismo de la desesperación..

FINALISTAS

1ºCategoría:  Patricia García Víboras (3º B).

Llevaba mucho tiempo callando su secreto. Sólo ella lo sabía. Con ocho años descubrió que tenía poderes, que podía hacer cosas mágicas. Comprobó cómo sólo con querer algo podía de conseguirlo.
Cada deseo que tenía lo veía realizado pero a la vez se daba cuenta que cuantas más cosas quería, más infeliz y triste era. Una mañana lluviosa de invierno, despertó con tanta pena que sin pensárselo dos veces deseó por última vez ser feliz para siempre y, a cambio, perder esa magia que la poseía.

2ª Categoría: Alejandro Romero Sánchez(4ºA)

Se encontraba en un callejón sin salida. Tenía dos opciones: asesinar o ser asesinado; matar o morir. Al principio, él tenía desventaja en aquel juego de locos; ahora ambos estaban en igualdad de condiciones.
Uno frente al otro. Cruzándose las miradas. Cada uno empuñaba su revólver mientras intentaba meterse en la mente del adversario.
Él sentía miedo, inseguridad. No se veía capaz de matar a una persona. Y en ese instante recordó lo que aquel desgraciado había hecho con su vida: destrozarla por completo, lo había dejado sin familia.
Entonces, sin pensárselo dos veces, le hizo un guiño, le soltó “un Buenas noche, felices sueños” y  disparó.